Me han dejado su corazón...

Pequeñas,caricias,que,acompañan♥

El juego del ángel-C.Ruiz Zafón-

Acaricié y besé cada centímetro de su piel como si quisiera memorizarlo de por vida. Chloé no tenía prisa y respondía al tacto de mis manos y mis labios con suaves gemidos que me guiaban. Luego me hizo tenderme sobre el lecho y cubrió mi cuerpo con el suyo hasta que sentí que cada poro me quemaba. Posé mis manos en su espalda y recorrí aquella línea milagrosa que marcaba su columna. Su mirada impenetrable me observaba a apenas unos centímetros de mi rostro. El juego del ángel-Carlos Ruíz Zafón.

domingo, 19 de junio de 2011

Sigo diciendo que siempre, te lo prometí...

Los ríos son como la vida, fluyen para morir en el mar. A su paso recogen todo aquello que no está en su lugar, que deba pertenecer a otro entorno. Le ofrecen transporte y lo conducen sin mirar atrás, sin remordimientos, adonde no tenga que mirar al sol para sentirse vivo, porque ya es consciente de que lo es plenamente. Devuelve la paz que algún mar pudo quitarles a aquellos inocentes que no vieron los barcos de guerra aproximarse en el horizonte. La vida es competición, naciste entre un millón de peces que quisieron enredarte y no dejar que salieras a la superficie. El río discierna quién vale y quién debe enterrar su cuerpo en la arena. Aún espero que vuelvas a dejarme fluir libre, pero atada a ti. Aún espero que no lleguen más corrientes que me impidan estar hidratada de tu presencia. No puedo disolverme en esta agua, mi sitio está contigo… 

miércoles, 8 de junio de 2011

Pablo, interminable.

Míranos, así, tú y yo. ¿Quién diría que en un mes nos separamos? Si pudiera te desharía las maletas, o por lo menos, trataría de llenarlas de mí, de cosas que te hiciesen recordar que vivo pendiente de ti. Seguiré viendo cientos de parejas, felices, pasar por mi lado; y eso me llevará a repetirme una vez más que la distancia no es más que una línea pero que has traspasado. No podré comparar a nadie contigo, no habrá nadie como tú, ni nacidos aquí, ni turistas ni nadie. De todos los siete mil millones de personas que hay en la Tierra, eres la única a la que quiero a mi lado. Sé que habrá días en los que se te olvide pensar en mí, en los que tendrás la cabeza en otros asuntos, en los que estarás más pendiente de ver cuándo sale el sol. Llegará un momento en el que no recuerdes mis rasgos, el color exacto de mis ojos, o mi risa. Y mientras, te echaré de menos hasta la saciedad. 
Van a ser los tres meses más largos de mi vida, pero aún así, los momentos difíciles se pasan tan rápidos como el estribillo de una canción. Y serás como una melodía de esas que siempre estás tarareando porque no puedes quitártela de la cabeza. Y te lo repito una vez más: te quiero.