Me han dejado su corazón...

Pequeñas,caricias,que,acompañan♥

El juego del ángel-C.Ruiz Zafón-

Acaricié y besé cada centímetro de su piel como si quisiera memorizarlo de por vida. Chloé no tenía prisa y respondía al tacto de mis manos y mis labios con suaves gemidos que me guiaban. Luego me hizo tenderme sobre el lecho y cubrió mi cuerpo con el suyo hasta que sentí que cada poro me quemaba. Posé mis manos en su espalda y recorrí aquella línea milagrosa que marcaba su columna. Su mirada impenetrable me observaba a apenas unos centímetros de mi rostro. El juego del ángel-Carlos Ruíz Zafón.

lunes, 25 de marzo de 2013

¿Alguna vez nos hemos preguntado realmente qué somos?

Desde que tu madre te coge en brazos, recién nacido, ahí empiezas a ser un pájaro más de esta jaula. Te educan siguiendo unos cánones, pero, ¿alguien se ha preguntado si esos son los adecuados? Entonces, si esa fuera la manera adecuada sería inexplicable que en vez de rebosar los bolsillos de muchos jóvenes de céntimos y de chicles, lo haga de esos ``polvitos mágicos´´ blancos. ¿Por qué hay que coartar la capacidad de un niño de ir más allá de lo que ve, de preguntarse? Estamos cansados de ver a adultos cuya capacidad de investigación intelectual es mucho inferior que la de un crío. ¿Por qué se nos tapa la boca cuando preguntamos por qué estamos en este mundo y adónde iremos cuando desaparezcamos? Llega una edad en la que te cuentan que ni te ha traído al mundo una cigüeña, ni que existe un ratón fabuloso que convierte tus dientes en monedas de euro ni nada parecido; y nos sentimos tontos. Tratamos de acomodar el mundo a nosotros, cuando olvidamos que nosotros somos para el universo como cucarachas. Pensándolo así, para él somos parásitos que únicamente nos dedicamos a torturarlo fabricando tecnología inimaginable y a castigarlo con las trampas químicas y la contaminación más moderna. Entonces, ¿con qué derecho podemos encasillarlo bajo leyes y teorías científicas? Ayer fue así, pero nadie sabe como será mañana. Y sí, puede que a esa mente infantil que le cortas las alas inocentes de la imaginación sea quien estaba más próximo a saber lo que iba a suceder. ¿Por qué alguien ha dicho que tenemos que tener un busto descomunal, una sonrisa resplandeciente y medir tres metros? Que yo sepa, no existe una regla que diga explícita ni implícitamente qué es bello y qué no. Si hay más de seis mil millones de personas en la Tierra, con sus respectivos ojos, ¿no será que es algo subjetivo y que hay una belleza particular en los ojos de cada uno? Y claro, todo esto se sigue con haber que tener un expediente académico de diez, veinte carreras y trescientos másteres y si no, claro está, eres un despojo humano. ¿Quién ha dicho eso? ¿Por qué tenemos que establecer desde tan jóvenes una competencia tan abismal desde que nos preguntamos por primera vez ese dichoso ``¿y tú que has sacado?´´? Todos conocemos personas brillantes cuyas notas no se corresponden con su inteligencia, entonces, ¿por qué le damos tanta trascendencia a unas hojas de papel?
Y lo más irónico es que nos quejamos de que cada vez somos más infelices e inconformistas. 

Sí, nosotros podemos evitar que la sociedad nos engañe.



viernes, 22 de marzo de 2013

Atrévete a decirme otra vez que otra vez me quieres.

Dicen que tardamos tiempo en apreciar las cosas que poseemos. Mala cosa, el tiempo siempre es un viandante que se cruza con nosotros y que no se para aunque tú te tomes un descanso. Será él quien se encargue de alejar cada vez más la línea de meta de las carreras más importantes, de las del corazón. A medida que se desliza por las manecillas de un reloj inquieto y con prisa, vamos dejándonos caer por el tobogán que conduce al fondo que nadie quiere tocar. Porque queremos vivir con la cabeza en las nubes, pero no nos damos cuenta de los peligros. Con los sesos en otra galaxia, no puedes pescar el pez que representa tu vida y así impedir que sea pescado por otra persona. Nadie puede vivir en tu lugar tu tiempo. 
Pero este señor sabe bien lo que hace. Conoce la naturaleza humana y todos nuestros errores de ``gente de paso´´ durante unos años sobre este mundo, por lo tanto, colecciona errores de almas que se privaron de alzar el vuelo o de otros que lo hicieron tanto que pasaron a residir en su propia habitación interior. Esta lista, es tan larga como un álbum de cromos, que por muchos que tengas nunca llegarás a completarlo. Pues igual, aunque como también sucede como con los cromos, los puedes tener repetidos. Eso forma parte de nosotros y como el tiempo lo sabe, alguna vez se deja engañar y puedes volver atrás. Y así fue cómo decidí parar en la carrera y dar marcha atrás para volver a ti, que estabas todavía en la línea de meta. No fui engañada, que nadie te convenza de que avanzar es lo mejor, porque quizá lo que exactamente necesitas lo tengas enfrente. Y sí, tú siempre estuviste enfrente de mí.