Me han dejado su corazón...

Pequeñas,caricias,que,acompañan♥

El juego del ángel-C.Ruiz Zafón-

Acaricié y besé cada centímetro de su piel como si quisiera memorizarlo de por vida. Chloé no tenía prisa y respondía al tacto de mis manos y mis labios con suaves gemidos que me guiaban. Luego me hizo tenderme sobre el lecho y cubrió mi cuerpo con el suyo hasta que sentí que cada poro me quemaba. Posé mis manos en su espalda y recorrí aquella línea milagrosa que marcaba su columna. Su mirada impenetrable me observaba a apenas unos centímetros de mi rostro. El juego del ángel-Carlos Ruíz Zafón.

lunes, 18 de mayo de 2015

Álter ego.

Hoy me alegro de nunca haber dejado de creer en el amor, a pesar de las heridas del corazón. Todos sabemos que esas son las más difíciles de cicatrizar... Desde el momento en el que me vi sola, con el corazón otra vez entero en mi pecho, supe que era algo demasiado valioso como para dejarlo en las manos equivocadas. Me he dedicado a mimar mi pequeña máquina, a tratarla como siempre he querido. En definitiva, a darme todo el afecto y las atenciones que siempre había necesitado de alguien. Aprendí a quererme, algo que nunca había conseguido hacer; puesto que siempre pensaba que mi día a día dependía de una persona que me quisiera. Pero eso no es así. Cuando estamos en una relación maquinamos nuestras propias conjeturas acerca de qué sería de nosotros si perdiéramos a esa persona que hace mágico hasta el café de por las mañanas. En realidad, nunca pasa nada, porque la primera relación de amor que tenemos que mantener antes de nada es una con nosotros mismos.
A partir de ahí comprendí que hay personas que desde el principio tienen una fecha de caducidad grabada en la frente, que se marchitan cuando llega un invierno difícil. A partir de ahí, decidí esperar a alguien que pusiera música a mi vida llena de letras, que fuera más de los Beatles que de los Rollings y que me confiara la púa de la guitarra que compusiera canciones que hablaran de nosotros. Nunca tuve claro si tendría la suerte o la casualidad de encontrar unos brazos que me dieran calor hasta cuando hiciera frío en mi pequeña ciudad del norte y de enamorarme... Estaba dispuesta a esperar lo que hiciera falta, a no dejarme llevar por la ilusión de otras parejas ni por las bonitas historias de las novelas que leía. Aunque hoy en día se esté dinamitando tanto el amor, yo aún creía en alguien que encendiera mi pasión y mi ternura como la pólvora.

sábado, 3 de enero de 2015

Sentimientos anónimos.

Me pregunto qué pensarían aquellas personas a las que he dedicado versos y palabras sangrientas si se enteraran... Cuánta poesía y prosa he escrito para mí, para reavivar mi dolor en los momentos en los que necesitaba sentirme viva. Me he censurado a mí misma bajo un anonimato, pero he dado a mi alma barra libre para ahogar sus penas o, más bien, para ahogarse en ellas.

Supongo que todos los poetas y los devotos de cualquier faceta artística somos algo cobardes: nos es más fácil plasmar lo que nos desarma que armarnos de valor y usar palabras habladas. No sé si me habría ido mejor en la vida si hubiera escrito el destinatario de aquellas cartas recién salidas del corazón, que latían adrenalina en cada letra. Sí, todos aquellos poemas y cartas que acabé rompiendo,que escribí con pluma triste, pero del ave Fénix, que resurge de sus cenizas. Esa era la forma que tenía mi corazón de volver a palpitar. Me devolvía un pulso que en mi sien ya ni se notaba y me rescataba de la morgue que resultaba mi propia habitación. Cuántas veces me han condenado a una cadena perpetua estas cuatro paredes. Cuántas veces pensé que llegaría la pena de muerte.

Qué pensarían esas personas que fueron mi inspiración, a las que desnudas vestí con versos. Qué mal hacemos los poetas, desvestimos nuestra alma y vestimos la de otros. Con lo fácil que se hablan dos cuerpos desnudos....



lunes, 22 de diciembre de 2014

Soneto en asonante.

Vacío en mente, lagunas de recuerdos;
sueños convertidos en pesadillas,
sin ti, con sábanas de vida vacías
que me hacen el amor cuando duermo.

Simulacro de perderme en tu cuerpo,
crepita el fuego, no las cenizas,
¿quién lo apagó con llamas encendidas
de esperanza, de aliento y deseo?

Como hogeras de San Juan ardiendo,
me convierto en el estribillo
de las baladas  que tocan tus dedos

Sobre mí, espejos de espejismos,
de lo que fuimos ayer, de esos celos
que me entran al saber que fuimos.





lunes, 8 de diciembre de 2014

Tan corto el amor y tan largo el invierno.

Cabalgué por calles desiertas, siendo jinete de la imaginación... El amanecer despuntaba a lo lejos, pero mi corazón era lúgubre, enmudecía ante ese escenario de luces. Nunca me había desenvuelto bien ante los focos, pero tampoco ante ti. Yo nunca formaba parte del reparto, siempre ocupé un camerino vacío, en el que languidecía mientras subías a escena. Tú tan Romeo y yo tan Julieta, ¿por qué no nos escribió nunca Shakespeare? ¿Puede haber un peor drama que estar aquí, contemplando este nacimiento de ocres sin ti? ¿Acaso no habría sido mejor soñar juntos y que este espectáculo te abriera los ojos? Que, joder, no hay más ciego que el que no quiere ver...
Hoy no querrás verme, pero el invierno es tan largo como el olvido, aquel del que siempre habló Neruda. Y te cogerá el frío, aquel que podría haberte yo quitado. Ya no titilan los astros de sus poemas, ahora me invade el crepúsculo de una vida nueva. Una sin ti. Quemaría todos los poemas sobre los que tus ojos se han deslizado, sobre los que tus lágrimas han rodado, para hacerte resbalar por ese horizonte que tanto he materializado en palabras sangrantes. Puedes seguir ciego, pero déjate llevar, más bien, déjate guiar...


Yo me conozco todos los rincones de esta ciudad, solo tienes que seguirme. Y es que no solo voy a desnudar tu alma, voy a quitarte la venda de los ojos... Vas a ver el despertar del cielo, ese cielo que siempre he reservado con tu nombre. Hoy, aquí, ahora, ante este amanecer.



lunes, 6 de octubre de 2014

Quiérete como nunca te has querido.

Se le empañaban los ojos, como el cristal delantero de un coche después de un diluvio universal. Ella se estremecía, como tantas veces en aquellos últimos meses. Sin embargo, para ella los meses ya no pasaban, ni sucedía la primavera al frío invierno. Se mimetizaba con el otoño, dejaba caer sus lágrimas como hojas muertas que han perdido la fuerza tras resistir un año entero. Eso era lo que más le dolía, haber resistido al borde del precipicio para que al final él la empujara al vacío. Vacío, eso era más aún de lo que creía albergar en su corazón, tan lleno de vendas en los ojos y de clavos que prometían sacar el clavo anterior. Nunca había reparado en la fragilidad del tiempo, hasta que él se llevó todas las leyes de la Física, imponiendo las suyas propias. Fue entonces cuando el tiempo se comenzó a esfumar entre sus pestañas cada vez que cerraba los ojos para rememorar cómo era compartirlo a su lado. Que dicen que el tiempo se puede medir en segundos, minutos... Eso es mentira, la unidad de medida universal son las sucesivas cicatrices que nunca se cierran, esas sí que saben medir lo lento que transcurre la vida. Ella conocía el dolor, pero no sabía que el peor desamor es el que sufrimos con nosotros mismos.
Después de todo, ella tenía miedo. Había dejado escapar tantos trenes por el miedo a perder, por llegar a una estación sin nombre. Y aún así, aunque en un tren no se llegue al destino esperado, la vida es un andén con trenes constantes.


Nunca dejes de buscar tu tren, ese tren que te conduzca a ti misma. No encontrarás en ningún sitio mejor amparo que en tu propio corazón.

viernes, 19 de septiembre de 2014

En pie de guerra contra los sentimientos

¿Quién no se ha bañado dos veces en el mismo mar, incluso cuando alguien te ha puesto bandera roja? ¿Quién no ha dicho que iba a pasar página, pero ha seguido en el mismo libro? ¿Quién no ha tratado de hacer borrón, pero ha acabado haciéndolo sobre la cuenta nueva? El que seamos la especie más inteligente de la Creación hay veces que lo dudo, viendo cómo suele conducir el corazón y cómo va de copiloto la cabeza. No siempre son los sentimientos los que deberían llevar el timón, ya que muchas veces no nos conducen a buen puerto y nos encontramos navegando a contracorriente. ¿Por qué se martiriza tanto a la cabeza y se alaba tanto al corazón? Si quien en las situaciones díficiles a quien recurrimos para hallar la solución es a esta primera. Llegará el momento en el que esta fiel compañera, que siempre marca el norte, deje de funcionar porque nuestros errores nos atraen al polo opuesto. Cómo no volverse loco con toda esta contraposición de fuerzas... Por suerte, o por desgracia, el corazón siempre gana la batalla...

sábado, 9 de agosto de 2014

El mar de tus ojos.

El río no solo fluye en ti mientras que tus lágrimas sigan recorriendo mi piel desnuda. Es ahí donde yo querría ahogarme mil veces para ser auxiliada finalmente por tu boca. Tus dedos son esos afluentes que van a morir a mi espalda, mientras la brisa marina conforma esas olas de mi pelo. Forjábamos puestas de sol a nuestro antojo, propinando difusas pinceladas sobre el horizonte. Allí me encontraba como un barco anclado en tierra, como un marinero que ha llegado a buen puerto. Qué importan las mareas y sus subidas y bajadas si yo estaba amarrada a ti. Nos sentíamos tsunamis cuando chocaban nuestras bocas, ¡qué valiente rompeolas habría osado frenarnos! Apretaste mi mano como si nos fueran a separar las aguas, pero olvidaste que el mar siempre recuerda cada pisada en la arena. A mí ya no me gustaban los dulces, ahora solo quería la sal de tus labios.

lunes, 4 de agosto de 2014

¿Existe esa sonrisa?

Los ojos se cierran, el fuego se apaga, las sonrisas se desdibujan... Pero, ¿me dejas vivir para siempre en tu sonrisa? Prometo resistir el aire que soplen otras bocas, incluso si llegan a chocar vuestras almas. Será en esos momentos en los que mis suspiros te nublen la vista, en los que me cuelgue de tus pestañas y te fuerce a cerrar los ojos por un instante para que me recuerdes. Te obligaré a que rememores la sal de mis labios, las mareas de sueños que azotaban nuestros corazones, férreos como una roca hasta para mandar barcos de guerra al otro lado de ese océano que a veces se interponía entre nosotros. Con lo fácil que habría sido darnos paz en la trinchera del cielo, optamos por hacer la guerra en lo más recóndito del infierno. ¿Habré sido buena? ¿Lo habrás sido tú? Bueno, eso ya no importa. Aunque hemos inventado naves para llegar al espacio, yo aún me siento extraña en las lunas de tus labios...

martes, 29 de julio de 2014

Mar en mi cabeza, roca en el corazón.


Sigo pensando que algún día lograré la manera de reconciliar los ángeles con los demonios de mi cabeza; el hemisferio derecho, el que siente, con el izquierdo, el lógico. Pintan la liberación como una luz al final del túnel o como una senda en línea recta sin piedras que te hagan tropezar. Pero si todos los caminos llevan a Roma, ¿adónde nos conducen ese camino o ese resplandor? La respuesta es: a nosotros mismos. Que no, que las calles y las avenidas no confluyen en Roma, ni se bifurcan en los canales de Venecia. Nosotros estamos hechos de principio y de final. Es un error buscar la salida, se puede escapar de un problema, pero nunca de nuestra piel. Tenemos materia de final en cada gota de sangre, sangre que bombea el corazón, aquella máquina que creemos que debemos confiar a alguien. Ese alguien por quien derramar esa sangre. Nos equivocamos, no necesitamos otorgar a nadie ese privilegio; todos somos letra mayúscula y punto final al mismo tiempo, sin necesidad de que alguien escriba algo entre ellos. En fin, que nunca me podré poner a resguardo de las tormentas de mi cabeza, pero ellas, por fin, empapan tu recuerdo.


sábado, 31 de mayo de 2014

Que aún hay fuego en tu corazón.

Yo te pertenezco, como lo hacen los sueños a Calderón de la Barca, como el telón a una obra de teatro. Y eso somos nosotros, teatro. Dos marionetas que fingen no ser movidas por los mismos hilos, que quieren improvisar, salirse del guion que alguien escribió para ellos. Para nosotros, que pasando de la comedia a la tragedia, hicimos de nuestra vida un drama. Fuimos de actuar rápido, pero de besarnos lento, tan lento como el telón que selló nuestro último beso...

lunes, 28 de octubre de 2013

Tus susurros son gritos en mi oído.

Prometimos desafiar al tiempo, manteniéndonos jóvenes, mientras que el duro invierno fuera desgasta las pieles de los árboles como la atmósfera lo hace con las de las manzanas. Te reservé un hueco en mi estantería de trofeos, pues me sentí tan sorprendida cuando llegaste como si a un extra una película le entregan el Óscar a mejor protagonista. Llegaban días de estufa y noches plagadas de estrellas solitarias que persiguen el cobijo de la luna. Pero, sobre todo, de esos atardeceres rotos, con el sol ensangrentado tras haber alumbrado, por desgracia, enfrentamientos y conflictos bélicos en diversas partes del mundo. Habría Lorenzo firmado por solo encendernos a nosotros, como a las velas de una tarta, y así, en el final, apagarnos juntos.

martes, 18 de junio de 2013

Cadenas en las alas.

Aventúrate a visualizar el otro lado del espejo, lo que los demás ven en ti. ¿Has pensado alguna vez si a sus ojos eres lo que crees que eres? El miedo es el freno de mano, lo que aborta la misión en el momento decisivo. Si sólo podemos ver nuestro propio reflejo y no lo que en verdad somos, ¿será que tenemos pavor a nuestra naturaleza?  No sabes cuándo vas a desenvainar tu espada,  pero sí conoces los juegos de muñeca que va a describir tu puño con ella agarrada. Tenemos conocimiento sólo de cómo podemos obrar, y la ley que rige esto es una vez más el miedo. Queremos ser león cuando nuestro temor nos encarna en un indefenso cordero. Antes vivíamos angustiados por el as que podría guardarse en la manga nuestro enemigo, ahora nos horrorizan las cartas que cayeron sobre la mesa del azar en nuestro nacimiento. Nuestra vida es una película de suspense, no sabrás hasta el final la identidad del asesino de tus sueños. El espejo nos dice más de nuestro devenir que cualquier confesión de los astros. Analízate bien, atrévete a conocerte.

lunes, 25 de marzo de 2013

¿Alguna vez nos hemos preguntado realmente qué somos?

Desde que tu madre te coge en brazos, recién nacido, ahí empiezas a ser un pájaro más de esta jaula. Te educan siguiendo unos cánones, pero, ¿alguien se ha preguntado si esos son los adecuados? Entonces, si esa fuera la manera adecuada sería inexplicable que en vez de rebosar los bolsillos de muchos jóvenes de céntimos y de chicles, lo haga de esos ``polvitos mágicos´´ blancos. ¿Por qué hay que coartar la capacidad de un niño de ir más allá de lo que ve, de preguntarse? Estamos cansados de ver a adultos cuya capacidad de investigación intelectual es mucho inferior que la de un crío. ¿Por qué se nos tapa la boca cuando preguntamos por qué estamos en este mundo y adónde iremos cuando desaparezcamos? Llega una edad en la que te cuentan que ni te ha traído al mundo una cigüeña, ni que existe un ratón fabuloso que convierte tus dientes en monedas de euro ni nada parecido; y nos sentimos tontos. Tratamos de acomodar el mundo a nosotros, cuando olvidamos que nosotros somos para el universo como cucarachas. Pensándolo así, para él somos parásitos que únicamente nos dedicamos a torturarlo fabricando tecnología inimaginable y a castigarlo con las trampas químicas y la contaminación más moderna. Entonces, ¿con qué derecho podemos encasillarlo bajo leyes y teorías científicas? Ayer fue así, pero nadie sabe como será mañana. Y sí, puede que a esa mente infantil que le cortas las alas inocentes de la imaginación sea quien estaba más próximo a saber lo que iba a suceder. ¿Por qué alguien ha dicho que tenemos que tener un busto descomunal, una sonrisa resplandeciente y medir tres metros? Que yo sepa, no existe una regla que diga explícita ni implícitamente qué es bello y qué no. Si hay más de seis mil millones de personas en la Tierra, con sus respectivos ojos, ¿no será que es algo subjetivo y que hay una belleza particular en los ojos de cada uno? Y claro, todo esto se sigue con haber que tener un expediente académico de diez, veinte carreras y trescientos másteres y si no, claro está, eres un despojo humano. ¿Quién ha dicho eso? ¿Por qué tenemos que establecer desde tan jóvenes una competencia tan abismal desde que nos preguntamos por primera vez ese dichoso ``¿y tú que has sacado?´´? Todos conocemos personas brillantes cuyas notas no se corresponden con su inteligencia, entonces, ¿por qué le damos tanta trascendencia a unas hojas de papel?
Y lo más irónico es que nos quejamos de que cada vez somos más infelices e inconformistas. 

Sí, nosotros podemos evitar que la sociedad nos engañe.



viernes, 22 de marzo de 2013

Atrévete a decirme otra vez que otra vez me quieres.

Dicen que tardamos tiempo en apreciar las cosas que poseemos. Mala cosa, el tiempo siempre es un viandante que se cruza con nosotros y que no se para aunque tú te tomes un descanso. Será él quien se encargue de alejar cada vez más la línea de meta de las carreras más importantes, de las del corazón. A medida que se desliza por las manecillas de un reloj inquieto y con prisa, vamos dejándonos caer por el tobogán que conduce al fondo que nadie quiere tocar. Porque queremos vivir con la cabeza en las nubes, pero no nos damos cuenta de los peligros. Con los sesos en otra galaxia, no puedes pescar el pez que representa tu vida y así impedir que sea pescado por otra persona. Nadie puede vivir en tu lugar tu tiempo. 
Pero este señor sabe bien lo que hace. Conoce la naturaleza humana y todos nuestros errores de ``gente de paso´´ durante unos años sobre este mundo, por lo tanto, colecciona errores de almas que se privaron de alzar el vuelo o de otros que lo hicieron tanto que pasaron a residir en su propia habitación interior. Esta lista, es tan larga como un álbum de cromos, que por muchos que tengas nunca llegarás a completarlo. Pues igual, aunque como también sucede como con los cromos, los puedes tener repetidos. Eso forma parte de nosotros y como el tiempo lo sabe, alguna vez se deja engañar y puedes volver atrás. Y así fue cómo decidí parar en la carrera y dar marcha atrás para volver a ti, que estabas todavía en la línea de meta. No fui engañada, que nadie te convenza de que avanzar es lo mejor, porque quizá lo que exactamente necesitas lo tengas enfrente. Y sí, tú siempre estuviste enfrente de mí.

domingo, 26 de agosto de 2012

Llora la juventud ahora, para superarlo cuando se vaya.

``Viviría una vez más sólo para enseñarle a alguien cómo aprendí a amar´´, dijo un alma anónima desde el cementerio de las nubes, el Cielo. Allí no hay más afecto y atracción que los recuerdos envejecidos de la juventud que empapan corazones terrestres cada vez que se materializan en lluvia. Sí, la lluvia no es más que las lágrimas de esos corazones que añorar querer. Dejas tus sentimientos en la Tierra, entre corazones demasiados ocupados como para atender a las voces centenarias de aquellos que los observan desde algún punto del horizonte, esperando que alguien los encuentre y vuelva a revivirte en su cabeza donde, por segunda vez, volverás a nacer. Aquellos que no están, hoy sufren por nosotros. Por los avances tecnológicos conocidos y por los atrasos humanos acontecidos. Hoy es más importante poseer riquezas materiales que regalar la riqueza de tu corazón a alguien. Aquellos volverían para conseguir otra vez que nos amáramos, que los recordáramos y; sobre todo; para que nuestras almas siempre sean jóvenes.

sábado, 9 de junio de 2012

La imaginación se encarga de que no sepamos distinguir lo que vivimos de lo que soñamos.

'' Si los sueños se interrumpen, el corazón se para'', se repetía para sí mismo mientras se derretía viéndola dormir. Se preguntaba si él podría cumplir todos los sueños que cada noche se forman en su cabeza, y si sería tan valiente como para vencer sus pesadillas.
Nadie es tan pequeño como para no caber en el sueño de alguien. Siempre habrá alguien que te haya reservado un billete de barco o un paseo por el mar en el flujo  mágico de sus sueños. Él no sabía qué podrían significar los trayectos nocturnos por el camino de la imaginación, pero lo que sí sabía es que sus propios sueños cada día se hacían realidad para convertirse en momentos como ése, junto a ella.

lunes, 12 de marzo de 2012

I believe in you.

Quiero pisar el acelerador de este vehículo llamado ''vida'', quiero ser el accidente que te pare. Quiero ser ''la chica de la curva'' en tu viaje de la vida, para morirnos de amor cada vez que decides recorrer la carretera de mi cuerpo. No quiero viajar en tu maleta, quiero ser tu equipaje de mano, que me lleves siempre. Quiero comprobar que todos los caminos llevan a Roma, quiero dar la vuelta al  mundo no en ochenta días, sin prisa, queda el resto de una vida contigo por delante. Quiero ver a turistas en las mismas circunstancias, ver el amor en otros rostros, que se funde en palabras de otro idioma. Quiero ver ondear la bandera del amor, aquella que no entiende de nacionalidades ni de conflictos políticos sin resolver. Tú y yo tenemos un trayecto muy largo, sin billete de ida y ni de vuelta. Cuando no se sabe que va a empezar algo, se tiene la certeza de que nunca va a terminar.

sábado, 3 de diciembre de 2011

infinity.

Me despejé los mechones que se aventuraban por recubrir mi rostro para observar con mayor claridad lo que se desplegaba ante mí. Era una tarde fría y las nubes cabalgaban por el cielo, directas hacia nosotros; pero aún así, me desprendí de mi cazadora de cuero. Allí, no había nadie más que nosotros; ni más vegetación que un solitario ciprés. Pero, en ese inhospitalario entorno en el que las nubes parecían advertirnos de que iban a descargar una fuerte tormenta sobre nosotros, era donde más acompañada me sentía. Tenemos nombres distintos bajo los que cobijamos distintos anonimatos, cuando todos nos llamamos: soledad. Tus brazos alrededor de mí era el mejor abrigo que había tenido nunca. Empezaste a fumar al mismo tiempo que empezó a llover, pero ni la lluvia apagó tu Lucky Strike. Ninguna realidad nos afecta porque no pertenecemos a ninguna de ellas.










martes, 15 de noviembre de 2011

no quedan príncipes azules

Me siento como si hubiera tomado la pócima empequeñecedora de Alicia en el País de las Maravillas, o tal vez le hubiera propinado un mordisco con ganas a la manzana de Blancanieves. Sea como sea, esto es el mundo real. Aquí no hay cuentos que finalizan con los protagonistas comiendo perdices; aquí hay 3x2 y ofertas, y problemas para llegar a fin de mes. Probablemente, si los siete enanitos viviesen estos tiempos que corren, no podrían cantar en fila mientras terminan una jornada de trabajo; porque, lo más seguro, es que formasen parte de otra cola, la del paro. Ni Gepetto, habría creado a Pinocho; ni Cenicienta calzaría zapatos de cristal, la historia sería distinta con zapatos de mercadillo. Heydi no podría corretear por los valles que están siendo víctimas de talas masivas e incendios provocados, ni la Sirenita podría surcar los mares sorteando la basura y los líquidos nocivos que se vierten a los océanos. A los niños de hoy en día ya no se les asusta con el ''que viene el coco'', ni les afectaría el fin de la serie de Doraemon; no. Hoy, lo que más les preocupa es tener el móvil bien cargadito y con cobertura para poder mandar ''What'sapp'' a alguien a quien probablemente ni saludan por la calle. Hoy, nos hacemos mil cuentas que nos encubren la personalidad, cuando deberíamos abrir una en una vieja red social llamada ''VIDA''. Se dedican a resolver conflictos en la ''play'', cuando los más importantes surgen cuando apagan el aparato, ahí fuera.
Bloggeros, nosotros podemos aportar un granito de arena para mejorar el mundo de una forma muy bella, ¡escribiendo!

jueves, 13 de octubre de 2011

de vuelta.

Recordaba sus palabras como puñales que se clavan en el corazón de la mente. Mis manos, que eran como rosas en primavera, habían quedado reducidas a espinas. Juro que te seguí, como un voluntario de una ONG, me moví para devolverte la vida que me diste. Soy mujer lobo cada noche, cuando recuerdo con rabia cómo no pude retenerte entre mis feroces garras, para despertarme junto a ti cuando ya fuera humana. Era el ocaso de nuestro viaje, pero el Sol a veces repite amanecer.


miércoles, 24 de agosto de 2011

Luchadores del día a día.

Llevaba en una mano un maletín vetusto que había pertenecido a su abuelo y en la otra su inseparable bloc de notas. Daba pasos de astronauta por aquel entresijo de pasillos infinitos de paredes blancas y con puertas que conducen a historias aparte. Todo lo que había escrito hasta ahora sería una menudencia comparado con la dureza de las palabras que llenarían las siguientes hojas. Espectante cruzaba de un corredor a otro, esperando toparse con alguien, ver alguna bata blanca o algún grito de esperanza. Pero allí no reinaba el júbilo, ni la frescura de quien tiene toda la vida por delante; allí se resguardaban aquellos a los que la vida les había otorgado un alto en el camino. La mayor parte de las veces, no deseado; y en caso contrario, son víctimas de la electricidad de sus propios pensamientos los que desencadenan un cortocircuito en la razón. Algunos con más suerte que otros; unos más luchadores, otros que se dan por vencidos. No sabía hasta qué punto un cuerpo puede aferrarse a la vida cuando tiene seres queridos aguardando en la sala de espera. Encontraría corazones que quieren latir demasiado y otros que no tienen la suficiente gasolina para mover la maquinaria. Tendría en sus manos lo más valioso que posee un ser: su propia existencia. Aquella vez fue la primera vez que aquel futuro médico pisó un hospital.

miércoles, 3 de agosto de 2011

No sabía qué le había impulsado a cogerle el coche a su padre sin permiso, ni por qué aturdida lo condujo hacia aquel entorno. Presa de los fantasmas del alcohol de la noche pasada, su pesadilla se prolongaba en forma de una resaca inhumana hasta el día siguiente. El chico con el que había compartido algo más que besos seguía palpitando en sus sienes de forma violenta, advertencia. Uno de esos romances camaleónicos en los que el hombre experimenta una metamorfosis: inocentes miradas al principio, y tras chorros de alcohol, desenfrenado en busca de las posturas más guarras. Eran espejismos de sudor y de ropa desabotonada lo que le empujaba, imágenes como tormentas de niebla en un día nublado. Y cuando su cerebro quiso, sus piernas frenaron de golpe y se derrumbó. ¿Quién dijo que los fantasmas del pasado no existen?

viernes, 8 de julio de 2011

¿qué hace una chica como tú en un sitio como este?



Un vendedor ambulante se aproxima a ella ofreciéndole los víveres que porta en una cesta de mimbre. La noche está encerrada en una cúpula nubosa que no filtra ninguna estrella a través. A veces, al vender una bolsa de pipas, añade un regalo extra: su corazón. Busca el amor en los ‘’premio seguro’’ que se encuentran en cada envase, confiando en que la próxima compradora se prende de él. El gesto de pagar unas monedas por algo de lo que lleva en su cesta, le libra cada día de las garras del hambre y, de vez en cuando, de pasar sin compañía una noche. Amor de contrabando para aquellos a los que les pesa la soledad. Se acercó a ella, la más bonita que había visto nunca, con una sonrisa pintada tímidamente sobre su fina piel. Ella no compró, sólo le robó un beso de los muchos que le habían tocado en los ‘’premio seguro’’ de las bolsas de pipas. 

domingo, 19 de junio de 2011

Sigo diciendo que siempre, te lo prometí...

Los ríos son como la vida, fluyen para morir en el mar. A su paso recogen todo aquello que no está en su lugar, que deba pertenecer a otro entorno. Le ofrecen transporte y lo conducen sin mirar atrás, sin remordimientos, adonde no tenga que mirar al sol para sentirse vivo, porque ya es consciente de que lo es plenamente. Devuelve la paz que algún mar pudo quitarles a aquellos inocentes que no vieron los barcos de guerra aproximarse en el horizonte. La vida es competición, naciste entre un millón de peces que quisieron enredarte y no dejar que salieras a la superficie. El río discierna quién vale y quién debe enterrar su cuerpo en la arena. Aún espero que vuelvas a dejarme fluir libre, pero atada a ti. Aún espero que no lleguen más corrientes que me impidan estar hidratada de tu presencia. No puedo disolverme en esta agua, mi sitio está contigo… 

miércoles, 8 de junio de 2011

Pablo, interminable.

Míranos, así, tú y yo. ¿Quién diría que en un mes nos separamos? Si pudiera te desharía las maletas, o por lo menos, trataría de llenarlas de mí, de cosas que te hiciesen recordar que vivo pendiente de ti. Seguiré viendo cientos de parejas, felices, pasar por mi lado; y eso me llevará a repetirme una vez más que la distancia no es más que una línea pero que has traspasado. No podré comparar a nadie contigo, no habrá nadie como tú, ni nacidos aquí, ni turistas ni nadie. De todos los siete mil millones de personas que hay en la Tierra, eres la única a la que quiero a mi lado. Sé que habrá días en los que se te olvide pensar en mí, en los que tendrás la cabeza en otros asuntos, en los que estarás más pendiente de ver cuándo sale el sol. Llegará un momento en el que no recuerdes mis rasgos, el color exacto de mis ojos, o mi risa. Y mientras, te echaré de menos hasta la saciedad. 
Van a ser los tres meses más largos de mi vida, pero aún así, los momentos difíciles se pasan tan rápidos como el estribillo de una canción. Y serás como una melodía de esas que siempre estás tarareando porque no puedes quitártela de la cabeza. Y te lo repito una vez más: te quiero.






















domingo, 29 de mayo de 2011

Prometo parar el tiempo si dejamos de soñar

Un día me dio por pensar en por qué hay diferentes idiomas, si nuestras lenguas quieren decir lo mismo. En por qué se alzan monumentos para recordar si lo que de verdad es importante, permanece en la memoria. En por qué no llegan botellas de náufragos a la costa si todos soñamos imposibles. En por qué no tenemos el mismo corazón si latimos al mismo tiempo. En por qué la vida te ayuda más cuanto más capullo eres. En por qué el Sol se oculta por el Oeste si al Norte viven mis problemas, en mi cabeza. En por qué se puede guardar un mundo en una canción cuando la gente no logra recorrerlo entero en una embarcación. En por qué puedes desnudar su cuerpo con la mirada si nunca has llegado a tocarlo. En por qué Sabina dice que ''Las niñas ya no quieren ser princesas'' si yo sólo quiero sentirme como tal. En por qué
 sigo notando tus brazos todavía cuando te vas.












¿Por qué? Nunca lo sabré.

domingo, 22 de mayo de 2011

13.

El tiempo probablemente no exista, quizá sea un invento para vender relojes. Se nos escapa cuando intentamos retenerlo, se nos escurre de la memoria. Se comporta con mala intención, cuando necesitas que corra, manipula lentamente las agujas de los relojes. Todo es cuestión de tiempo, guía con precisión nuestros pasos, la duración de la euforia e incluso controla cuántas lágrimas debes derramar. Los más caprichosos, buscan pactos con diablos para anular sus efectos, pero es hábil y el contador del tiempo sigue en activo. Tic, tac, tic, tac. Sin embargo, las agujas podrán efectuar giros completos, millones, infinitos, y mi tiempo seguirá siendo tuyo. Tú controlas mi tiempo, no un reloj, tú decides hasta cuándo debo seguir.



















Te quiero, Pablo.

sábado, 14 de mayo de 2011

Caricias que dejan huella.

Nos sentimos completos cuando la primavera entra por nuestros ojos. A medida que se pintan los campos de rojo, de amapolas, vas nadando por los océanos del buen tiempo hasta que llega el verano. La plenitud de sentirte querido. Sales a ver los aviones que surcan el cielo, te parecen más veloces y probablemente todos ellos lleguen sanos y salvos a su destino: el corazón de algún romántico. Hasta los coches, ya te parece que no contaminan el aire, ni que una hamburguesa grasienta pueda hacerte engordar. No te ves con varios kilos de más, al contrario, te encuentras interesante y atractivo. Dejas volar la imaginación hasta donde llegue, no importa que roce con otra realidad, no importa que no forme parte de este universo. Subrayas mil y un versos de Bécquer, que te emocionan y que parecen escritas para ti. Sientes que vuelves a presenciar una misma escena una y otra vez, que tu vida es un completo déjà vu que ya has soñado. Hoy te has arreglado más de la cuenta, pareces una estrella de cine, ¿por qué? Porque estás enamorado.















(Alexa Chung y Alex Turner).











Te quiero, Pablo.

sábado, 7 de mayo de 2011

P ♥

Miles de fans aguardan horas y horas a las puertas de donde se va a celebrar el concierto. El frío aprieta y la lluvia puja por dejarse escapar de las nubes. Un fan es alguien que siente lo que hace una persona como si fuese ella misma, así que podríamos decir que nosotros también éramos fans. Pero no de quien daba el concierto, sino de nosotros mismos. Gente enloquecida y eufórica compitiendo por ver quien salta más alto para que el cantante se fije en ellos. Tú y yo no saltamos, tú y yo no somos como el resto, tú y yo permanecemos callados y quietos con la mirada clavada en los ojos del otro. La gente con pancartas que declaran un amor platónico y tan efímero como el éxito de un cantante en la actualidad. Unas veces eres el rey, y tan pronto, te das cuenta de que tu hit ya no suena en la radio. Yo no necesito pancarta, ni mechero en las baladas, para demostrarte mi amor, pero en este caso un amor de verdad. A cada paso que da el líder de la banda, todos se deshacen en gritos y en pensamientos en voz alta y lejanos que se pierden entre la atmósfera que crea la ensordecedora música. Pero, aún así, adivino que tú sí puedes oír los latidos de mi corazón, por ti, tan fuertes como descarados. Las chicas se pintan el nombre de su ídolo en la frente, yo me tatúo el tuyo en el alma. Y un tatuaje es para siempre.

























Se me pega la melodía de tu voz, P.

miércoles, 4 de mayo de 2011

P.

Hola, vuelvo a coger el lápiz para escribirte unas líneas. Quiero decirte que que hasta ahora mi vida había sido una completa toma falsa, la verdadera película comenzó cuando te conocí. Sabes en qué momento apareciste, sí, en aquel momento en el que yo me aislaba de lo que pasaba a mi alrededor como podía y te soltaba a ti toda la tensión que acumulaba. Comencé a verte en todos mis libros de amor, eras el protagonista perfecto en torno al cual se desarrollaba la historia; comencé a centrar en ti mis poemas, a rodear tu nombre de corazones y a marcar en el calendario los días que te veía. Pensaba en ti más de lo normal. Mi vida siempre había sido como una feria, iba de un sitio a otro sin lugar fijo, pero después de conocerte a ti, comprendí que no quería seguir viajando. Eres como un billete de metro de esos que se guardan siempre en la cartera, de una fecha importante; y que por nada del mundo tirarías. Soy de esas que necesitan esos pequeños detalles, como un ''te quiero'' a tiempo después de un mal día, de esas a las que le encanta escuchar la radio y sumergirse en el contenido de la canción para encontrar a la persona que aman.Tú eres mi melodía. Hoy me he orientado, sé que quiero caminar tus pasos, que mi lugar está ahí, contigo.


Atentamente, siempre tuya. E