Acaricié y besé cada centímetro de su piel como si quisiera memorizarlo de por vida. Chloé no tenía prisa y respondía al tacto de mis manos y mis labios con suaves gemidos que me guiaban. Luego me hizo tenderme sobre el lecho y cubrió mi cuerpo con el suyo hasta que sentí que cada poro me quemaba. Posé mis manos en su espalda y recorrí aquella línea milagrosa que marcaba su columna. Su mirada impenetrable me observaba a apenas unos centímetros de mi rostro. El juego del ángel-Carlos Ruíz Zafón.
jueves, 23 de diciembre de 2010
Bésame,aunque,el,mundo,nos,dé,la,espalda.♥
¿Quién dijo que todo tiene final, que consigues olvidar, que los sentimientos tienen un límite?
¿Quién? El loco que lo haya dicho, que lo diga. Tengo que llevarle la contraria ♥
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